En la declaración de las creencias fundamentales votadas por la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día en Dallas, en abril de 1980, el Preámbulo dice: "Los Adventistas del Séptimo Día aceptan la Biblia como su único credo y sostienen ciertas creencias fundamentales ser las enseñanzas de las Sagradas Escrituras". El primer artículo de esa declaración refleja la comprensión de la iglesia en relación con la inspiración y autoridad de los escritos de la Sra. Elena G. de White, y la relación que estos guardan con las Sagradas Escrituras.
Las Sagradas Escrituras. Las Sagradas Escrituras son la Palabra escrita de Dios, dadas por inspiración divina a través de los Santos Hombres de Dios movidos por el Espíritu Santo. En esta Palabra, Dios ha proporcionado al hombre el conocimiento necesario para la salvación. Las Santas Escrituras constituyen la infalible revelación de Su voluntad. Ellas son la medida del carácter, la prueba de la experiencia, el revelador autorizado de las doctrinas y el registro confiable de los actos de Dios en la historia. (2 Pedro 1:20, 21; 2 Tim. 3:16, 17; Salmos 119:105, Prov. 30:5, 6; Isa. 8:20; Juan 17:17; 1 Tes. 2:13; Heb. 4:12).
El Espíritu de Profecía. Unos de los dones del Espíritu Santo es el Don profético. Este don es una marca de la iglesia remanente y fue manifestado en el ministerio de Elena G. de White. Como mensajera del Señor, sus escritos son una fuente continua y autoritaria de Verdad la cual provee para la iglesia consuelo, dirección, instrucción y corrección. Estos escritos también hacen claro que la Biblia es la medida por la que toda enseñanza y experiencia debe ser probada. (Joel 2:28, 29; Hechos 2;14-21; Hebreos 1:1-3; Apoc. 12:17; 19:10).
La explicación que sigue a continuación es una aplicación de estas declaraciones, originándose en las preguntas que se han levantado recientemente: Estas no deberán tomarse como sustituto a las declaraciones previas o como un añadido a las mismas. La explicación en sí no lleva la intención de ser final en forma o en contenido; es sencillamente una manera de expresar el actual entendimiento de muchos Adventistas del Séptimo Día con relación a aquellas preguntas que tienen que ver con la inspiración y la autoridad de los escritos de Elena G. de White.
Creemos que una correcta interpretación de la inspiración y autoridad de los escritos de Elena G. de White por un lado evitarán que estos escritos sean elevados por encima de las Sagradas Escrituras, mientras que por otro lado evitarán el otro extremo que sean considerados simplemente como literatura cristiana en general.
AFIRMAMOS:
- Que las Sagradas Escrituras son la autoridad final en asuntos de doctrina y práctica.
- Que el canon de las Escrituras se cerró con el Nuevo Testamento.
- Que las Escrituras fueron inspiradas por el Espíritu Santo y por lo tanto son la Palabra de Dios.
- Que la Palabra de Dios está expresada en el lenguaje de los hombres, y por lo tanto representa una unión de lo humano y lo divino.
- Que las Escrituras enseñan que el Don Profético ha de ser manifiesto en la Iglesia, después de haberse cerrado el canon del Nuevo Testamento.
- Que los escritos de Elena G. de White fueron inspirados por el Espíritu Santo y hablan con autoridad a los Adventistas del Séptimo Día.
- Que las enseñanzas doctrinales de Elena G. de White están en armonía con las Escrituras.
- Que la aceptación del Don Profético en Elena G. de White y de sus escritos como inspirados, mientras que no son una prueba de discipulado, es importante para la unidad y el bienestar de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
- Que el uso de fuentes literarias por parte de Elena G. de White y la ayuda secretarial en la producción de sus escritos, se conforma a los procesos de producción de los libros de la Biblia, hasta donde nosotros somos capaces de aprender acerca de estos procesos.
NEGAMOS:
- Que los escritos de Elena G. de White son una adición a las Sagradas Escrituras o que son parte del canon.
- Que los escritos de Elena G. de White pueden ser usados para reemplazar (como substitutos) el estudio de la Biblia.
- Que las Escrituras pueden ser comprendidas solamente a través de los Escritos de Elena G. de White.
- Que los escritos de Elena G. de White pueden ser usados para establecer una doctrina no enseñada por las Sagradas Escrituras.
- Que los escritos de Elena G. de White fueron inspirados de una manera diferente a lo que fueron las Sagradas Escrituras.
- Que sus escritos fueron totalmente el producto de una piedad cristiana.
- Que el uso de fuentes literarias de parte de Elena G. de White, inspiradas o no inspiradas, niegan su inspiración divina.
- Que el recurso de Elena G. de White a la ayuda secretarial o editorial niega la inspiración de sus escritos, así como también negamos que el empleo de ayuda foránea y fuentes foráneos nieguen la inspiración de las Escrituras Bíblicas.
Escrito por: Centro White
Miércoles, 02 de marzo de 2005
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